El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) ha realizado un informe sobre el impacto que está teniendo la expansión del coronavirus sobre la economía. Pronostican entre un 4,8 % y un 9 % de desplome del PIB si la hibernación económica se extiende durante dos meses. En este documento, que será el primero de una serie sobre la crisis económico-sanitaria, los expertos del organismo identifican tres consecuencias «muy graves» que van a llevar inevitablemente a esta recesión económica.
Según afirman, estas circunstancias rompen las conexiones que sostienen el sistema productivo actual. Los tres efectos de la paralización detectados son la interrupción de las cadenas de suministros, las caídas bruscas de la demanda en sectores industriales y de servicios y la enorme incertidumbre existente sobre el desarrollo de la actividad económica en los próximos meses, la cual repercute gravemente en los mercados financieros y congela inversiones en curso ante el deterioro de las expectativas de beneficio.
Recesión económica
Explican desde el Ivie que cuando el sistema económico sufre un shock como el provocado por los impactos anteriores, la actividad cae. Y con ello, cae también la capacidad para generar rentas. En otras palabras: nos empobrecemos. Como es lógico, cuanto más dure esta crisis y la emergencia sanitaria, el empobrecimiento será mayor. Y la capacidad de respuesta y recuperación también.
El problema de la incertidumbre sobre la duración de la crisis
Según observa el instituto de investigación económica, aunque las estrategias de respuesta de los países en este sentido están siendo distintas, casi todas apuestan por medidas de distanciamiento que dificultan la vida económica. «Ninguna de ellas ofrece certezas acerca de cuánto tiempo tendrán que aplicarse para alcanzar el objetivo», señalan. Por esa razón, aducen, tampoco se conoce con seguridad la magnitud de las dificultades tendremos que soportar. El alcance de la recesión económica es todavía una incógnita.
Por otro lado, señalan que la incertidumbre sobre la duración de los problemas agrava dichos problemas. «Muchas decisiones pueden cambiar si esperamos movernos en uno u otro escenario en los próximos meses», subraya el informe. En consecuencia, las estimaciones del impacto económico de la crisis descansa sobre escenarios hipotéticos de caída de la actividad. La duración de la pandemia, de las medidas de confinacmiento y de la restricción de las actividades es un factor clave en el alcance del impacto final.
El Ivie parte de que nos estamos empobreciendo significativamente para preguntarse sobre la magnitud del shock. «En términos generales, una caída del 50 % de la actividad en un mes provoca una contracción del 4 % del PIB anual. Del 8 % si se prolonga dos meses», indica el informe. Ahora bien, ¿es razonable considerar que la paralización económica llega a significar un 50 % de caída de la actividad?
Caída del PIB: 1,6 % en peor de los casos hipotetizados, 9 % en el peor
El centro de investigación ha hecho una estimación para situar la recesión económica entre dos márgenes: un escenario base y un escenario adverso. Basándose en el peso de cada sector productivo en el PIB y una hipótesis sobre la caída que sufrirá cada sector en función de lo mucho o poco que afecte el confinamiento a su actividad, el Ivie sitúa la contracción del PIB anual entre un 3,2 % y un 5,3 % si el parón dura un mes. Para ello, distingue entre tres grupos: sectores con impactos bajos (0 % de caída en el mejor de los casos y un 20 % en escenarios adversos), con impactos moderados (25 % – 50 %) o con impactos altos (50 % – 100 %).
Los expertos han agrupado las 62 ramas productivas con las que han trabajado en estas tres categorías. La agricultura, algunas manufacturas (como la industria agroalimentaria), la energía, algunas ramas de servicios (como las telecomunicaciones) y los servicios públicos han sido identificados como grupos con impactos bajos. Dentro de los sectores con impactos medios se encuentran muchas ramas de las manufacturas, algunas ramas de servicios (como los financieros, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática), o los servicios de información. En último lugar, la construcción, el comercio, la hostelería, el transporte, cultura y espectáculos y los servicios profesionales entran en el grupo con impactos elevados.
Destrucción de empleo
A partir de ahí, el centro ha estudiado otra cuestión: el impacto del confinamiento sobre el empleo. Según afirman, en España la caída sería de entre el 3,5 % y el 5,2 % en un mes de impacto. Estos datos, a lo que califican como «muy tentativos», indican que en caso de que se consiga controlar pronto a la pandemia y la economía vuelva a una relativa normalidad en un mes, la caída anual del PIB, considerando la previsión de crecimiento del 1,6 % anual antes de la crisis sería del 1,6 % en el escenario base y del 3,7 % en el adverso. En cambio, si la caída de actividad se prolonga durante dos meses, el PIB anual quedaría recortado entre un 4,8 % y 9 %.
Reajustes para asimilar la deuda y el déficit
Por otro lado, dada la magnitud de las ayudas y medidas económicas y fiscales instrumentadas por el Banco Central Europeo y el gobierno español para hacer frente a la emergencia, el déficit público y, por tanto, el endeudamiento van a aumentar considerablemente. Por tanto, señala el Ivie que «es probable que haya que revisar prioridades y también gastos públicos para encajar parte de las tensiones». «No podemos descartar que se tengan que revisar ingresos y gastos que sean aplazables o realizar ajustes una vez superemos la crisis sanitaria», agregan. «Puede ser el precio de la solidaridad si se tiene en cuenta, por ejemplo, que una de las causas es poder pagar los ERTES a los trabajadores de unas empresas expuestas a una sacudida de los mercados de la que los otros trabajadores, privados y públicos, están protegidos», explican.
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