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Igor Arregi trabaja solo y aun así no considera una locura emprender en el sector creativo. Sin embargo, una cosa tiene clara: no es nada fácil y para ser autónomo o freelance hay que dedicarse «a algo que realmente te apasione». Se dedica a la ilustración y su nombre en clave, aquel con el que se gana la vida, es Sr. Bermúdez. Pese al arte que destilan sus ilustraciones, se sigue considerando diseñador gráfico. No en vano, empezó diseñando cartelería, una disciplina que se observa en su bagaje: sus láminas podrían pasar claramente como carteles. Ilustran conceptos que surgen normalmente de la fusión o contraposición de ideas. 

Rentabilizar la creatividad

Ha hecho de ello una forma de negocio que se sustenta sobre tres patas: venta de láminas decorativas, diseño editorial, diseño de identidad corporativa y colaboraciones mediante licencias. Son todas ellas distintas formas de rentabilizar una misma actividad creativa que se basa en dos señas de identidad: un estilo visual muy depurado y la originalidad de los conceptos representados: cotidianamente inéditos, objetualmente humanos, emocionalmente esquemáticos.

 

Nos avanza que su próxima serie de láminas será Graphic Songs, un trabajo de diseño sobre canciones que seguirá en la línea de reducir las canciones a conceptos visuales. En un mundo donde el diseño y la creatividad cada vez adquieren mayor valor como factores diferenciales, aportaciones como las de este diseñador de San Sebastián tienen un gran recorrido. 

En esta entrevista, Sr. Bermúdez nos cuenta cómo encontró su estilo y cómo lo ha utilizado para crear un negocio:

-¿Cuándo y cómo surgió Sr. Bermúdez?

Fue progresivo. Mientras hacía las prácticas de diseño de moda en el estudio de Mónica Lavandera, un amigo músico me comentó la posibilidad de diseñarle un cartel para una sesión. Diseñé un paragüas en el que llovía dentro y gustó mucho. Poco a poco y de manera inconscientemente fui dedicando más tiempo al diseño de carteles que al diseño de moda.

-¿Por qué Sr. Bermudez?

Salió en una conversación con un amigo. Fue idea de él. Me dijo: «¿y si le pones Bermúdez?». Es mi segundo apellido. Me gustó la idea de poder separar al individuo del diseñador.

-Defines tus diseños como pensamientos ilustrados de forma minimalista. ¿Qué te llevó a ese estilo?

En mi época de estudiante se llevaban mucho los pinceles de Photoshop, trabajos cargados de información. En mi caso ponía pinceles por todas partes sin ningún criterio, únicamente estético. Y eso me frustraba. Disfrutaba más con Freehand, que era —y es— un programa de diseño vectorial. Bastaban dos círculos a los lados y un trazo en el medio para reconocer a Groucho Marx. No hacía falta mucho más para contar una historia.

-¿Qué te inspira?

Siempre llevo una libreta conmigo y voy apuntando ideas que se me pasan por la cabeza u objetos que veo y despiertan mi curiosidad. Escucho y leo mucho sobre música también.

-Eres el ejemplo de cómo hacer recaer todo el peso de la creatividad sobre el contenido. En tus láminas el concepto es lo fundamental. ¿Es esto lo que más le atrae a tu público?

Se puede decir que la creatividad es lo que más atrae de mi trabajo. Casi valoro más cuando me hablan de la maquetación, los colores, la armonía que ven en mi trabajo y el equilibrio a nivel de diseño. Quizá eso es lo que más me cuesta, más que llegar a la idea en sí.

-Has recurrido al crowdfunding para alguna de tus series. ¿Qué tal la experiencia con esta forma de financiación?

La idea era poder exponerme en la red. Soy un poco hermético en las redes, les tengo un poco de vértigo. Por otro lado, quería poder desestigmatizar algo tan común como, en este caso, una ruptura. La experiencia fue dura, ya que era la primera vez que se hacía una campaña de este tipo. Láminas en serie limitada… No era fácil de entender. Aún así se superó el objetivo y fue un éxito. Volveré a repetir, pero puedo asegurarte que no con láminas.

-¿Tienes en mente una diversificación de formatos más allá de las láminas?

Al principio sí, pero era complejo poder compaginar los freelances con la marca. A día de hoy prefiero trabajar las licencias, empresas que te compran diseños para diferentes soportes.

-¿Cómo se le puede sacar rendimiento a la ilustración y el arte en internet? Venga, unos tips de ilustrador.

Antes de entrar en internet testearía el producto en algún mercado de diseño o tiendas. Ver el feedback de la gente con el diseño. Mi cuenta pendiente son las redes sociales. No les dedico el tiempo que necesitan. Aún así, la web funciona bien, pero es importante ser activo en tus cuentas sociales. Cuidar la imagen del producto.

-Te vimos en el Mercado de los Motores. Internet, aunque muy útil, no deja de sentirse como algo frío y remoto. ¿El potencial comprador de arte y diseño prefiere lo tangible y presencial?

Si podemos y tenemos la oportunidad de ver, tocar, o en mi caso, conocer a la persona que está detrás del proyecto, ayuda. No todos los compradores tienen redes sociales ni los que tienen van a mercados. Hay que estar en todas partes. Cuando haces una compra en internet, la mayoría de las veces hasta que no llega el producto tienes dudas. ¿Cómo será el papel? ¿Cambiará mucho el color? Yo compro ilustración en la red y siempre me sorprende para bien la calidad de los materiales, papel, impresión, etc.

-Ser freelancer es complicado. ¿Cómo lo vives tú? ¿Qué consejos darías?

Siendo lo más optimista posible. Para cualquier persona que trabaja como freelance está presente la parte económica y esa parte es complicada.
Imagino que para un asalariado la parte incómoda será la relación con sus compañeros o superiores y puede que hasta la económica. ¿Consejo? Si quieres trabajar como freelance, hazlo en algo que realmente te guste y te apasione, ya que te quita las 24 horas del día.

-Has colaborado con marcas de ropa para plasmar tus diseños. ¿Cómo se llega a ese contacto?

Se pusieron en contacto directamente conmigo, bien al ver la marca en un mercado de diseño o en internet.

-¿Qué otras oportunidades de negocio existen?

En mi caso, al margen de la tienda online, doy sevicios de diseño editorial y diseño de identidad. Colaboro con otras agencias y marcas y las licencias.

-También ofreces servicios de branding. Ahora reina el minimalismo. ¿Crees que se volverá en algún momento a lo barroco?

Creo que lo barroco nunca se fue ni solo prima el minimalismo en estos momentos.