El teletrabajo ha llegado para quedarse. Para algunos de nosotros es un cambio esperado con impaciencia. Sin embargo, para otras personas supone un nuevo reto que tienen que superar. Y es que hay que ser organizado y capaz de mantener la concentración para no distraerte con asuntos que nada tienen que ver con tu trabajo. Coge papel y lápiz, te voy a contar cómo ser eficaz teletrabajando. 

Hay una serie de tips básicos para ser productivo trabajando desde casa.

Mantén un rutina

¿Eres de los que trabaja en pijama? ¡¡¡Error fatal!!! El hábito sí hace al monje. Ponte el despertador siempre a la misma hora, sal de la cama, date una ducha, vístete (vale la ropa cómoda, pero nunca el pijama), desayuna y siéntate en tu mesa de trabajo. Estar todo el día en pijama te da una energía que no es la mejor para trabajar. 

Crea un ambiente de trabajo adecuado

Si es posible, ten un espacio de trabajo diferenciado del resto de la casa. Si no puede ser un despacho, al menos busca un rincón que sea solo para trabajar y que esté ordenado. De esta forma, podrás poner en práctica el famoso «aquí y ahora» (ahora estás en tu lugar de trabajo y solo te dedicas a eso). Otra ventaja es que cuando termines tu jornada, recoges tu «despacho» y te despides hasta mañana. 

El espacio físico en el que trabajes es determinante en tu productividad. Debes tener una mesa, una silla y un reposapiés adecuados para aguantar toda tu jornada de trabajo sin terminar con dolores de espalda o cervicales. También es importante que tengas luz natural, siempre que sea posible. 

Diseña un planing y respétalo

Es un error mezclar en el tiempo las tareas de casa o personales con las de trabajo porque, aunque te parezca que estás aprovechando más el tiempo, lo único que consigues es alargar tu jornada laboral sin posibilidad de la tan necesaria desconexión. Pasar muchas horas delante del ordenador no es productivo. Lo eficiente es estar únicamente la horas necesarias y para ello has de estar concentrado. Existen apps que te ayudan a gestionar tu tiempo. 

Márcate un horario de trabajo y respétalo. Si convives con otras personas, especialmente con niños, te recomiendo comenzar tu jornada temprano para aprovechar antes de que se despierten.

No te olvides de hacer pausas, tus ojos deben descansar de la pantalla y tu cabeza también necesita pequeñas paradas para tomar un café, asomarte a la ventana o, incluso, poner una lavadora, bajar a por el pan o fregar los cacharros del desayuno. Por ejemplo, puedes hacer una pausa cuando se despierten tus compañeros de piso o hijos, os dais los buenos días, charláis un rato y les informas de que vuelves al trabajo. 

Trabaja, trabaja, trabaja 

Aparca tus correos personales, tus redes sociales y las búsquedas por Internet para cuando acabe tu jornada. Lo sabes, sabes por experiencia que te dices que solo van a ser cinco minutitos y cuando te das cuenta llevas más de media hora chateando con un amigo que hace mucho que no ves o leyendo los comentarios de los compradores de ese producto que «tanto necesitas». Si tienes pestañas abiertas con tu correo o redes sociales personales mientras estás trabajando, la tentación te podrá. 

Trabaja en equipo

No te olvides de mantener un contacto frecuente con tus compañeros, jefes, subordinados, clientes o proveedores. Ya sea vía mail, por teléfono o vídeoconferencia es bueno mantener el contacto para tratar los temas del día a día. 

Face to face

Que estés teletrabajando no quiere decir que no salgas de casa nunca. Es fundamental mantener de vez en cuanto reuniones presenciales, poner cara a las personas con las que trabajas y concretar así asuntos que tengáis pendientes. Además, el face to face sirve también para crear un ambiente de trabajo más amable, humano y distendido. 

Si eres capaz que cumplir con estas recomendaciones tú también le encontrarás ventajas de teletrabajar. A mí me encanta terminar de trabajar y ya estar ya en casa disponible para disfrutar de tiempo con mi familia. Dime, ¿cuál es la mayor ventaja que tú le ves al teletrabajo?

[Fotografía: Annie Spratt en Unsplash ]