Dinamarca. 2016. Un grupo de jóvenes cae en la cuenta, cenando en un buffet, de la cantidad de comida en perfecto estado que se tira a la basura de forma totalmente normalizada. En todos se produce repentinamente un clic emprendedor: «¿Qué hacemos para luchar contra este problema y cómo podemos usar la tecnología para ello?». Esa fue la semilla de una app, Too Good To Go España, que ya ha ayudado ha ahorrar 25.000 toneladas de desperdicios alimenticios a través de los establecimientos asociados en 14 países europeos.

¿Y en qué se traduce eso a nivel de beneficios para el medio ambiente? Tal y como nos explica Oriol Reull, director de la empresa Too Good To Go España, los cálculos indican que salvar un kilo de comida (que es lo que contienen los packs) es como evitar que aproximadamente dos kilos de CO2 se emitan a la atmósfera. Esto significa que los alimentos aprovechados han ahorrado más de 60 millones de kilos de este nocivo gas.

Como en casi todas las tecnologías innovadoras, sorprende que no se le hubiera ocurrido a nadie antes, pues el funcionamiento es muy sencillo. La aplicación conecta a los locales que tienen un excedente diario con usuarios que salvan esa comida adquiriéndola a un precio bajo. Al solicitar comida en un establecimiento, al cliente se le reserva un paquete sorpresa que tiene que ir a recoger a la hora de cierre.

Oriol Reull, director en España de Too Good To Go.

Desarrollo de la gamificación

Para mantener esta sencillez que no le complique la vida a establecimientos y usuarios, optan por no introducir muchas más utilidades: «Estamos trabajando mucho en la simplicidad de la aplicación, en que sea muy sencillo el funcionamiento. Con lo cual todo lo que hacemos está muy basado en la metodología link y en hacer que la compra se pueda realizar en pocos minutos», explica Oriol.

Sí que están desarrollando, no obstante, la gamificación: «Vamos a invertir en los próximos meses en cómo podemos hacer más divertido todo lo que haces en contra del desperdicio». Sobre todo, en lo que al usuario se refiere: «Imagínate que, por ejemplo, se pudiera ir midiendo qué impacto tienes en el medio ambiente por toda la comida que salvas», especifica.

El paquete es sorpresa porque no se puede prever qué va a sobrar cada día. Según afirma Reull, la fórmula funciona y está teniendo muy buena acogida debido que existe el factor misterio pero solo hasta cierto punto: «El usuario sabe, obviamente, de qué es el establecimiento, con lo cual acaba siendo divertida esa experiencia de ir y no saber qué vas a encontrar».

España, uno de los cinco países con más presencia

En septiembre de 2018 la iniciativa llega a España, donde ya se han salvado 500.000 comidas cuyo impacto positivo ascendería a más de 1.000 toneladas de ahorro de dióxido de carbono. España es uno de los cinco países más estratégicos para Too Good To Go. Solo los países que incorporaron la iniciativa hace tres años, como Dinamarca, Alemania o Francia, le llevan ventaja en número de establecimientos y cantidad de comida salvada.

«Está creciendo a un ritmo muy rápido y la app tiene muy buena acogida en España», asegura el emprendedor de 28 años. De los 34.000 establecimientos asociados a este sistema en Europa, más de 2.000 son españoles. Y el crecimiento es apabullante: «Estamos creciendo a un ritmo de en torno a unos 400 o 500 establecimientos al mes», concreta. Con una especial presencia en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao, la app se extiende ya por 17 provincias y 20 ciudades.

Ventajas para establecimientos y usuarios

El éxito de esta forma de ahorro está en darle la vuelta al concepto y que suponga una ventaja para el que usa la aplicación, tanto para el comercio como para el usuario. Oriol Reull habla principalmente de tres beneficios para los establecimientos. La rentabilización del excedente que hasta ahora tiraban, la atracción de nuevos clientes que quizá antes no les conocían y la pertenencia a un movimiento, el de Too Good to Go. Este otorga visibilidad a los establecimientos que intentan marcar la diferencia y hacer las cosas de otra manera.

Por otro lado, los usuarios pueden obtener comida de calidad a un precio bajo, descubrir sitios cerca de su casa o su trabajo que quizá no conocían y formar parte de ese movimiento de waste warriors en el que, en palabras de de Reull, «se intenta crear e inspirar una conciencia sobre el problema que es el desperdicio alimentario en España y globalmente».

Revolución sostenible

El director en España de Too Good to Go no tiene dudas. Estamos ante un cambio de paradigma. Y la tendencia, asegura, es que «ningún nuevo negocio será viable si no tiene en cuenta al medio ambiente como un actor principal».  La concienciación cada vez mayor de la sociedad es un motor de cambio de las empresas. Así lo confirma también Reull, el cual precisa que el público «necesita estar alineado con sus valores y principios a través de sus acciones».

Hay que inspirar y educar a la gente

Para la empresa es crucial no solo poner la tecnología al servicio de la sociedad, sino también el uso de la presencia en internet para inspirar y educar a la gente para que conozca más sobre el desperdicio. «Lanzamos muchos consejos de cómo organizar tu nevera, cómo aprovechar alimentos, cuáles son las frutas de temporada ahora…», explica el licenciado en ADE.

Se busca un mensaje muy limpio y reforzar la idea de que las empresas que están en Too Good To Go están luchando contra las ineficiencias del sistema. «Intentamos que sean contenidos muy dinámicos, siempre en un tono muy positivo, porque al final, aunque el problema sea complejo, hemos de crear conciencia a través de la proactividad y el optimismo», agrega Reull.

Modelo de negocio

La forma de rentabilizar la plataforma es el cobro de una comisión por cada pack vendido y, en general, huyen de las promociones. «Es un concepto que puede ser contrario a lo que buscamos», indica. «Realmente, que las personas estén en Too Good To Go y quieran salvar comidas es por el factor medioambiental«, añade.

Hay alguna excepción: el Magic Miércoles es una campaña que se celebra una vez al mes en la que los usuarios pueden subir y compartir su pack en redes sociales y obtener un vale para una comida gratis otro día. El objetivo con ello es «seguir comunicando y que se dé cada vez más a conocer lo que hace Too Good To Go», afirma Reull.

Gigantes se suman a la iniciativa

Gigantes del retail como Carrefour ya se han sumado a la iniciativa. La compañía francesa, de hecho, es uno de los principales partners de este proyecto. Casas de bollería como Tim Hortons, Granier o Dunkin Donuts también han decidido asociarse. Pero lo que Reull destaca es la variedad de colaboradores. Desde Aloha Poké hasta Makro o El Cigarral, todos los tipos de comercios donde se comercialice comida caben en Too Good To Go. 

Sobre la posibilidad de clonar el modelo con otro tipo de desperdicios como la ropa, Oriol Reull confirma que se ha planteado, pero que de momento prefieren centrarse al 100% en la comida. «Uno de cada tres alimentos a nivel mundial se desperdicia. Con lo cual hay muchísimo por hacer y creemos que vamos a perder el foco si nos movemos a otros sectores cuando hay tanto por hacer aún en alimentación», señala.

Por otro lado, el Knowledge Hub impulsado desde Too Good To Go es el portal online de información sobre el desperdicio de alimentos más grande a nivel mundial. Incluye información sobre acciones que se pueden llevar a cabo, por ejemplo, en bares, en negocios, desde la política, o a nivel educacional. Los materiales que se pueden enccontrar son diversos, desde podcast hasta artículos o juegos.

Objetivo: 3.000 locales en España antes de que acabe el año

La empresa con fin social se ha propuesto acabar el año con más de 700.000 comidas salvadas y 3.000 establecimientos en España y va camino de conseguirlo. ¿Y para 2020? «Tenemos que seguir reclutando para tener un equipo ya fuerte de cara al 2020. Y en el 2020 focalizarnos sobre todo en la parte de movimiento y de ámbito político y educacional. Seguir impactando y ser el referente clave en España.

En cuanto a números, Too Good To Go aspira a salvar cerca de dos millones de comidas en España el año que viene. Con la ayuda de todos, especialmente de los hambrientos a últimas horas de la jornada, seguro que lo conseguirá.