A través de este artículo en tres partes exploraremos uno de los grandes limitadores en conversaciones y cómo superarlo incorporando técnicas que ayudan a potenciar la receptividad, la colaboración y el respeto.
En esta primera parte analizaremos el problema y las bases del viejo modelo aún en uso, mientras que en la segunda parte abordaremos la propuesta de un nuevo modelo y su aplicación a la conversación, para finalizar con la explicación de la técnica utilizada.
¡Qué lo disfrutes!
En tus conversaciones ¿creas diálogos constructivos donde poder obtener una completa visión del asunto y encontrar mejores opciones o sólo buscas probar públicamente que tienes la razón?
Aprovecha tus conversaciones para acceder a nuevas perspectivas que tal vez no te hubieras planteado y adquiere un conocimiento más profundo que puede desembocar en tu próximo éxito o innovación. Deja a un lado el sostener discursos sobre tus puntos de vista y sumérgete en la exploración conjunta con tu interlocutor del tema de conversación.
EL PROBLEMA: EL CONFLICTO EN LA CONVERSACIÓN
Todos hemos presenciado conversaciones en las que dos personas están defendiendo distintas posturas pero no llegan a ningún entendimiento. Observando desde fuera, y de forma individual, vemos claramente que desde la perspectiva que cada uno plantea, ambos llevan la razón.
Observando desde dentro, cada uno defiende la postura propia demostrando con argumentos que la otra postura está equivocada. O me das la razón, o me la quitas. Cada afirmación del discurso tiene que ser juzgada y valorada de forma inmediata: o aceptas lo que digo o lo rechazas, pero verdad solo hay una, y la verdad con mayor peso es la que yo defiendo.
Es como si dos personas observan una casa desde distintos ángulos, sin poder ver el ángulo desde el cual el otro está observando. Cada uno de ellos describirá la casa de una forma distinta y dirá que el otro está equivocado. Sin embargo, ambos tienen razón.
Esto se debe en gran medida a la forma de pensar que hemos aprendido. Esta forma de pensar se basa en la concepción (formación de una idea) de que sólo puede haber un argumento que está por encima del resto de argumentos. Y para demostrar que ese razonamiento posee mayor peso, se ataca a los otros razonamientos mediante la dialéctica (la palabra) y la argumentación.
EL VIEJO MODELO AÚN EN USO
El mecanismo del pensamiento de occidente se basa en demostrar que el otro está equivocado usando la lógica y el razonamiento. Yo tengo la razón, tú estás equivocado.
Este método tiene como antecedentes las doctrinas concebidas por los griegos Sócrates, Platón y Aristóteles hace más de 2000 años.
Sócrates creó la base del pensamiento crítico, haciendo de la argumentación la principal herramienta del pensamiento. Platón añadió el ataque a lo que se considera no verdadero para demostrar la verdad. Y Aristóteles concibió la clasificación como parte intrínseca de la naturaleza de las cosas.
Aunque representa un papel fundamental en la toma de decisiones, nos limita en la adquisición del conocimiento del todo y en muchos casos al progreso o innovación.
Si continuamos utilizando este método basado en la argumentación, seguiremos otros cientos de años inmersos en el conflicto ante dos opiniones opuestas. Y por lo tanto, seguiremos sin explorar otras opciones, sin acceder a una visión global de lo que tratamos y puede que perdamos más de una ocasión de mejorar o innovar.
Veamos un ejemplo:
CONVERSACIÓN ENTRE DOS COMPAÑEROS DE TRABAJO
Carlos comienza diciendo: “Hoy en día la única forma de producir tu primera gama de productos es tener la producción offshore. La producción nacional no es rentable por los elevados costes, e intentarlo es lanzar tu negocio al suicidio.”
A: “Si, es cierto que la producción nacional resulta mucho más costosa que la fabricación en países como China, India o Pakistan, pero la producción en estos países es conocida por la explotación laboral y la falta de medidas de seguridad en las fábricas.” responde Alicia con cierto resquemor.
C: “Está muy bien luchar por los derechos laborales de la gente, sin embargo dudo que las empresas subcontratadas violen las leyes de sus países. Además, otro factor a tener en cuenta es que las empresas no son ONGs, son entes de riqueza, y para crear riqueza hay que buscar el beneficio.”
A: “Recurrir a la típica respuesta de que las empresas no son ONGs es el camino más fácil para desvincular a las empresas de la obligación de proporcionar un salario digno y unas medidas de trabajo seguras a todos los agentes de la cadena de producción”.
Cuando se trata una conversación desde el argumento, ambas partes siempre buscan el razonamiento más contundente para dejar fuera de juego a la otra parte y obtener la razón. Sin embargo lo que ocurre siempre es una confrontación donde ninguna de las dos partes cederá el triunfo o aceptará una derrota. Y la conversación se queda donde comenzó.
Mediante la confrontación se pretende demostrar que el otro está equivocado.
¿Y si en lugar de defender nuestro argumento atacando al contrario adoptamos una postura abierta de no rechazar ni aceptar, simplemente explorar?
Te contamos cómo en la segunda parte de Sácale el máximo partido a tus conversaciones.
Estudios de referencia en la conversación:
- The trend to reshore manufacturing study. Backing Britain. A Manufacturing base for the future.
- Offshoring, Nearshoring y Reshoring, … Made in Spain ¿otra vez?
[Fotografía: Volodymyr Hryshchenko en Unsplash]
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